A un año de verter en el mar 780 millones de litros de crudo por operaciones inadecuadas, la compañía británica British Petroleum podría reanuadar extracciones en el Golfo de México por autorización de Estados Unidos.
Según medios de prensa, la empresa, causante de uno de las más grandes catástrofes ambientales, retomaría las perforaciones en aguas profundas en julio próximo, en la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de Transocean.
El accidente ocurrido el 20 de abril de 2010 provocó la muerte a 15 operarios y generó una marea negra de más de 770 millones de litros de petróleo a causa del derrame de crudo por más de tres meses, en seis mil 500 kilómetros cuadrados.
A principios de año, una comisión de siete miembros a instancias del presidente Barack Obama determinó que las pruebas a las mezclas de cemento similares a las usadas en el pozo demostraron que la fórmula era inestable antes de la explosión, pero que las compañías hicieron uso de ella.
Expertos de esa comisión consideraron que las compañías debieron reevaluar qué cemento usarían, pues este constituye una bnarrera clave para evitar explosiones, además se señaló que nunca hacieron pruebas de estabilidad a la mezcla final.
Ante la comisión presidencial respondieron representantes de las tres compañías involucradas en el accidente: Halliburton, Transocean y la British Petroleum.
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