El plan internacional para dejar bajo tierra el 20 por ciento de las reservas petroleras ecuatorianas situadas en los campos del amazónico Parque Nacional Yasuní a cambio de una compensación internacional de al menos 3 500 millones de dólares tiene abierto un interrogante sobre su destino. Hasta ahora sólo se han contribuido 1,6 millones de dólares de los 100 millones que el Gobierno ecuatoriano ha fijado que deberán reunirse hasta fin del 2011 para continuar con el plan efectivo. En septiembre se promoverá la iniciativa ante la ONU. Según el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pástor, "Ecuador no esperará ad infinitum" el aporte prometido, e incluso advirtió que el presidente Rafael Correa decidirá a fines de año si se pasa al llamado Plan B, que consiste, lisa y llanamente en la explotación del petróleo.
Fue la organización ambientalista ecuatoriana Fundación Natura que hace más de una década planteó la iniciativa de no explotar el petróleo de Yasuní, idea a la que se fueron sumando agrupaciones ecologistas e indígenas.
Según estudios científicos, el parque nacional, una de las áreas de mayor biodiversidad del mundo y declarada Reserva Mundial de la Biosfera por Naciones Unidas en 1989, alberga en una hectárea más especies vegetales y animales que en toda América del Norte.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente Correa, promoverán la iniciativa ambiental conocida como Yasuní-ITT (ya que involucra los campos Ishpingo, Tiputini y Tambococha) en una reunión paralela a la 66 Asamblea General del organismo el 23 de septiembre en Nueva York.
Así lo informó la jefa negociadora del proyecto, Ivonne Baki, quien adelantó que se espera que al menos unos 15 países adhieran a la iniciativa, como también filántropos y empresas privadas.
Hasta el momento, el proyecto cuenta con 1,6 millones de dólares, contribuidos por España, Chile y Perú, también existe un canje de deuda de 35 millones de dólares con Italia.
Fue la organización ambientalista ecuatoriana Fundación Natura que hace más de una década planteó la iniciativa de no explotar el petróleo de Yasuní, idea a la que se fueron sumando agrupaciones ecologistas e indígenas.
Según estudios científicos, el parque nacional, una de las áreas de mayor biodiversidad del mundo y declarada Reserva Mundial de la Biosfera por Naciones Unidas en 1989, alberga en una hectárea más especies vegetales y animales que en toda América del Norte.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente Correa, promoverán la iniciativa ambiental conocida como Yasuní-ITT (ya que involucra los campos Ishpingo, Tiputini y Tambococha) en una reunión paralela a la 66 Asamblea General del organismo el 23 de septiembre en Nueva York.
Así lo informó la jefa negociadora del proyecto, Ivonne Baki, quien adelantó que se espera que al menos unos 15 países adhieran a la iniciativa, como también filántropos y empresas privadas.
Hasta el momento, el proyecto cuenta con 1,6 millones de dólares, contribuidos por España, Chile y Perú, también existe un canje de deuda de 35 millones de dólares con Italia.
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