Escuché asombrado en Radio Programas del Perú, esta
madrugada, que el 23 de marzo de 1928 José Carlos Mariátegui había
renunciado al Partido Aprista para fundar el Partido Comunista. El
irrespeto a Clío no puede ser más manifiesto. ¡Y escandaloso! ¿Cómo
podría haber declinado su militancia el ilustre moqueguano a un
movimiento que en 1928 no existía y que sólo fue fundado en setiembre de
1930? La segunda inexactitud también ha sido un contrabando horroroso
al atribuir la fundación de algún partido comunista a Mariátegui. No fue
así, él sí alentó y propulsó el Partido Socialista. Que Eudocio Ravines
y su gavilla hicieran de las suyas a posteriori es otro tema.
Además de las dos gruesas barbaridades leídas por un locutor
acrítico, mecánico, ignorante por cierto, en RPP, podría uno mostrar
cierta benevolencia al sostener que él sólo lee lo que los editores le
dan para ese cometido. Supónese que hay un responsable de buscar en
archivo los sucesos que coinciden con la efemérides que se conmemora hoy
23 de marzo. No sería injusto sostener que quien ha metido, también, la
pata es el encargado de “investigar”. Y que lo hace muy mal, no hay
duda posible, es un hecho lamentable. ¡Y oprobioso!
¿Tienen licencia los periodistas –o los que así se hacen llamar- para
tergiversar, falsear, edulcorar, los sucesos históricos? Me temo que ni
los periodistas ni nadie está investido para mentir torcer, o maquillar
hechos que pertenecen a la Nación. ¿Querría decir esto que fue raro lo
ocurrido en RPP? Me temo que no es así. Verbi gracia: cuando se leyó
sobre la muerte de Torre Tagle en el Real Felipe, la inexactitud del
relato parecía insinuar que lo hizo sufriendo el cautiverio impuesto por
los españoles y la realidad es que Torre Tagle fue un traidor aliado de
los ibéricos. Así de simple. Mayor información en: ¿Torre Tagle mártir?
¡No, un traidor! http://www.voltairenet.org/Torre-Ta...)
RPP es una emisora con fuerte influencia nacional. ¿No es que debiera
cuidar y cautelar que sus contenidos informativos guardasen un
inequívoco apego a la verdad? Lo contrario es que estamos ante la
emisión de “yerros” que se instalan adrede en la mente de hombres y
mujeres acríticos, moldeados en el mecanismo palurdo que reza: “si lo
dice la radio o la televisión, es cierto”. Por tanto, ya no parece
casualidad que los de esa radio sean acérrimos simpatizantes de las
grandes mineras que han trasladado todas sus contaminaciones y
corrupciones a la pequeña y mediana minería y para la que piden la
punición de todo el peso de la ley, apresamientos y aniquilaciones, como
se escucha todos los días de labios de empleados sumisos y muy bien
pagados.
Si hay una disciplina que brilla por su ausencia en la mente de los
peruanos, ésta es la Historia. Clío ha enviudado por siempre en Perú.
Traidores han sido convertidos en héroes que jamás combatieron ni
hicieron nada por la Patria. Constantes son la endogamia, el color de la
piel, el apellido y detrás de todo esto, millones exaccionados a la
Nación vía malas artes que se han transmitido de bisabuelos a
tataranietos ante la mudez impotente del pueblo de todas las épocas que
siempre pagó sus desaguisados, malos contratos, viles concesiones y
encima ha debido soportar diputados, senadores, presidentes, ministros,
alcaldes, en altísimo porcentaje alfiles de un linaje espúreo y
profundamente anti-peruano.
El Partido Aprista fue fundado en setiembre de 1930, nació como la
sección peruana del movimiento continental que impulsara desde México
Víctor Raúl Haya de la Torre. José Carlos Mariátegui no pudo haber
renunciado en 1928 a ninguna organización con ese nombre por la
elemental razón que entonces no existía.
El irrespeto por la Historia no puede seguir constituyendo falta
monstruosa en el ADN social peruano. Cuando un joven, de cualquier clase
social, es interrogado sobre qué ha acontecido en su Patria, casi
siempre responde necedades por crasa ignorancia. ¿Cuánta responsabilidad
cabe a periodistas, historiadores, profesores, por esta maldición?
Tengo la impresión que no poca.
No es minúscula tribulación oír las barbaridades que “opinan” los
locutores de RPP sobre política, geopolítica, relaciones
internacionales, minería y crímenes, choques y asaltos sangrientos como
para sufrir, además, el falseamiento que de la Historia hacen ignaros
irresponsables. ¡Y pensar que les pagan para perpetrar crímenes contra
la razón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario