martes, 19 de junio de 2012

CAJAMARCA Y ESPINAR :HORA DEL DIÁLOGO

La huelga indefinida en Cajamarca demandando la inviabilidad del proyecto Conga carece, luego de 15 días, de la fuerza que sus organizadores estimaban necesaria para producir el resultado esperado. Si bien se registra una importante movilización de los sectores opuestos al proyecto minero, Cajamarca está lejos de ser el escenario de una mayoría contundente a favor del Conga no va. A esta debilidad han tributado la concepción de huelga indefinida como medida en la que se apuesta el todo o nada de una reivindicación; el cambio del programa cuando la medida de fuerza se había iniciado, extendiendo el rechazo a todas las operaciones de la empresa Newmont; y la abusiva suspensión de labores educativas reprobada en todo el país.
El Conga va, en la lógica del sector del gobierno que encabeza el premier Óscar Valdés, tampoco puede cantar victoria; la temeraria movilización de los partidarios del proyecto, con inocultable patrocinio de la empresa minera, se ha detenido felizmente antes de instalarse un escenario de masa contra masa. A esta debilidad han contribuido el despliegue de abundante fuerza que sigue alejando a los ciudadanos de Cajamarca del Estado, con no pocos episodios de abuso policial y sin llevar aparejadas iniciativas de diálogo. El gobierno no ha podido imponer Conga por la fuerza a pesar del clima macartista que algunos medios han intentado crear.
Lamentablemente, en Cajamarca la huelga y la respuesta policial del gobierno tienen líderes pero el diálogo carece de personeros. Las partes no se han dado cuenta de que se han trabado en un empate y de que los protagonistas cansados solo mascullan. Eso está hartando al país y a los mismos cajamarquinos. La medida más inteligente, ahora y no después, es un diálogo de verdad, sin reticencias, con interlocutores, agenda, plazos y buenas formas, sobre todo luego de saberse extraoficialmente que la empresa se habría allanado a las condiciones expuestas por el presidente de la República.
Igual medida reclama la situación en Espinar, luego de la liberación del alcalde provincial y de la disposición mostrada por este y por la municipalidad de iniciar el diálogo a pesar de la vigencia del Estado de Emergencia.
En Espinar, el diálogo es una oportunidad para todos. Al gobierno le permitiría desandar la decisión desastrosa, pasajera e ilusoria de recurrir a la “mano dura” deteniendo y acusando a su interlocutor y motivando decisiones judiciales aberrantes. La mano dura en Espinar ha sido un pésimo negocio para el gobierno; de este conflicto hasta ahora solo ha extraído reveses: descrédito, desconfianza, desencanto y menos legisladores en su bancada.
El diálogo también debe permitirle a Espinar legitimar a sus autoridades elegidas como interlocutores razonables del Estado y de la empresa y reducir los arrestos extremistas que anidan en el Frente de Defensa de los Intereses de Espinar, grupo impulsor de la violencia, resistente al diálogo y agresor del mismo alcalde. Las decisiones del gobierno sobre un nuevo monitoreo participativo sobre los efectos de la actividad minera en esa provincia, la libertad del alcalde y la aceptación de la veracidad del informe difundido por la congresista Verónika Mendoza cierran una etapa y abren otra de reflujo de las tensiones. Haría bien el gobierno en suspender el Estado de Emergencia.

Fuente: www.larepublica.pe

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