Hoy en Aysén ya no luchamos sólo en el centro Sur de la
región en contra de las transnacionales energéticas como HidroAysén y Energía
Austral. Ahora se nos ha sumado el litoral del norte de Aysén, los pescadores
artesanales.
Por: Andrés Gillmore..
El otro día me preguntaron cuanto ganaba por trabajar en
Patagonia Sin Represas, respondí que no trabajaba en PSR. Represento a la corporación
Costa Carrera, que es la asociación de empresarios turísticos, ganaderos y
dueños de tierras de la cuenca del Baker. Me volvió a preguntar. Entonces
cuanto te paga la Corporación por hacer tu trabajo, nada le respondí y le
explique.
El trabajo en la corporación como miembro de la directiva
por estatuto impide percibir dineros o remuneración alguna. Si me preguntas
ahora con la perspectiva histórica de los últimos 7 años de trabajo, con todo
lo que hemos tenido que desarrollar en pos de salvar Aysén de la posible
intervención de nuestros ríos, sinceramente creo que deberíamos cambiarse esos
estatutos, porque de verdad hemos entrado al ruedo con una tremenda
desigualdad, en un trabajo muy exigente, profesional, muy desgastante que no siempre
es comprendido en relación con lo que enfrentamos. HidroAysén y Energía Austral
son organizaciones mundiales, con millones de dolares a disposición, con profesionales
con alta preparación técnica y académica muy bien pagados. También luchamos
contra los gobiernos desde la ex Pdta Bachelet, que nosotros mismos mantenemos
pagando nuestros impuestos, que disponen de todo el tiempo y de todos los
recursos para lograr sus objetivos, escudándose en el bien general, cuando de
verdad es por el bien personal.
Nosotros los ciudadanos en Aysén, hacemos el trabajo por
convicción por un mundo mejor de verdad y sobre todo por amor a lo nuestro,
además lo hacemos en nuestros ratos libres, ya que paralelamente debemos
trabajar para mantenernos. Pero a pesar de todo como es de corazón, sustentado
en la convicción de la verdad verdadera, ese trabajo es satisfactorio y ha dado
sus frutos. Hoy tanto Energía Austral como HidroAysén a pesar de todos sus
millones y de sus miles de lobbies gubernamentales, aun están en ascuas y de
verdad de acuerdo a la información que manejamos, pongo en duda que se concretaran
sus intenciones, porque de verdad sus intenciones están muy mal proyectadas y
representan un retroceso y a la larga no podemos ser tan ciegos.
HidroAysén de boca de Daniel Fernández, ha venido repitiendo
incansablemente por años como estrategia comunicacional, que los que somos
contrarios a represar Aysén, recibimos dineros del señor Douglas Tompkins o de
algunas ONGs para nuestros gastos y eso no es así. Nunca ninguna organización
de la Coordinadora Anti-represas de norte a Sur de Aysén, ha recibido ningún
tipo de financiamiento. Sin duda las grandes ONGs de Santiago lo recibirán. Nosotros
que estamos en Aysén en el punto cero del problema, que viviremos en carne
propia la posible intervención, jamás hemos recibido un solo $. En Aysén nunca nos hemos sentido representados
por las ONGs que dicen defendernos en Santiago y en el planeta. Para nosotros
en la cuenca del Baker ellos son funcionarios del problema, la verdadera la
batalla la damos en Aysén. El resto son juegos artificiales faranduleros de los
medios y nada más.
En Aysén no todo es dinero, hemos entrado en batalla como le
llamamos en la región al defender lo que somos, por el simple hecho de
sentirnos bien con nosotros mismos, de mejorar nuestra calidad de vida y de
conseguir ante el que se ponga por delante un respeto propio, de acuerdo con lo
que somos y lo que representamos culturalmente.
Los tiempos han cambiado, con los años nos hemos
transformado de la región más olvidada del fin del mundo a la más codicia y eso
ha desvirtuado el formato de muchas de las cosas del relacionamiento humano de
la región. Por supuesto que nos ha dividido, porque algunos no han entendido
que el dinero fácil ofrecido por los foráneos no es la vía y los representantes
de estas transnacionales que han llegado en los últimos 10 años con la codicia,
creyendo que lo saben todo y que con sus millones compran a todos y que todo es
comprable incluso la vida y las conciencias de las personas , se han encontrado
con un portazo y con una importante resistencia, porque no saben que en Aysén en
verdad no todo es así y a pesar de todo, no hemos cambiado la esencia de lo que
somos en nuestra forma de vida y en como nos relacionarnos entre nosotros.
Por eso se lucha enconadamente contra la invasión altanera y
por el despojo descarado que pretenden las transnacionales por nuestros
recursos naturales, en esa unión de la sobrevivencia pura por el sentimiento
territorial, es lo que nos solventa y nos proyecta como cultura de lucha por
nuestros derechos hacia el futuro.
Hoy en Aysén ya no luchamos solo en el centro Sur de la
región en contra de las transnacionales energéticas como HidroAysén y Energía
Austral. Ahora se nos ha sumado el litoral del norte de Aysén, los pescadores
artesanales, que han entrado en batalla ante la intención del gobierno, que
atraves de una ley de pesca déspota y sin sentido común, solo quiere
desintegrar el formato social de la pesca artesanal y entregarlo como moneda de
cambio a los grandes industriales de la pesca, por oscuros intereses económicos
y personales de ciertos “lideres partidistas de Santiago”, destruyendo sin
descaro la vida de millares de pescadores artesanales, de una actividad que se
viene realizando por generaciones en la región. Con problemas claro esta, no es
perfecta, en eso hay claridad que tenemos que mejorarla y modernizarla
científicamente. Pero en ningún caso bajo el terrible yugo social y económico
de lo que pretende el gobierno con la modificación de la ley, sin una verdadera
sustentación de base y una discusión adecuada, que en ningún caso es la
solución real del problema, si no todo lo contrario.
En la cuenca del Baker al sur de Aysén donde he vivido mis
últimos 28 años de vida, donde precisamente HidroAysén pretende intervenirnos y
construir 5 represas, vivimos algo similar a lo que están sufriendo los pescadores
artesanales en la actualidad. Ocurrió en los años 90, solo que transportado al
mundo ganadero. Esta cuenca históricamente se sustentaba en la actividad ganadera
de la crianza de vacunos para recría, faenación y consumo y de la crianza de
ovejas en forma extensiva por la venta de su lana. Los vacunos se vendían al
norte del país y la lana a la industria textil chilena. Todo se destruyo tal
cual como lo pretenden hacerlo ahora con los pescadores artesanales, por la
asociación de Chile al MERCOSUR, que posibilito a sabiendas de las autoridades
de la época, que la quiebra propiciada por esta estrategia de desarrollo del
mundo textil chileno (oveja tome, Yarur, Sumar) y la entrada a Chile de carne
de otros países a precios inferiores destruiría Aysén y su formato económico y
social. Por una política del gobierno del señor Aylwin que fue desastrosa y sin
misericordia para todos los que vivíamos de ese modo y nos llevo al mundo rural
del cual yo soy parte y pertenezco, a la pobreza más miserable. Nadie nos ayudo
ni se preocupo por nosotros en ese entonces. Mucha gente quedo en la miseria,
lo que posibilito la venta de casi todo el territorio de Aysén a capitales
foráneos.
Como producto emblemático de lo que represento esa crisis y
entiendan los lectores la magnitud del problema, surgió como producto el señor
Douglas Tompkins, que sin querer queriendo por el terrible problema social y
por decisiones sin sentido común, le permitió comprar en ese entonces enormes
extensiones de territorio de tierra aysenina a los bisnietos, nietos e hijos de
los colonos, que no tuvieron otra forma de sobrevivir para comer, que vender
con mucho dolor en sus corazones sus tierras al mejor postor.
Estos puntos de inflexión de gran importancia para el
crecimiento y posterior desarrollo del país de la experiencia de lo que se
vivió en Aysén ante el despojo y el símil de lo pretendido hoy en la actualidad
con HidroAysén y la pretendida ley de Pesca, es en donde de acuerdo a la
experiencia vivida en esos años proyectándola al resto del país, nos hace falta
la nobleza, la ética de lo que sustenta la verdadera diferenciación del hombre
en positivo, que marcan el destinos de los países y los transforman en
naciones. Es el espíritu de los hombres buenos, que cambian el mundo y su
realidad, con la capacidad de modificar la historia y marcar un nuevo
fundamento. Hoy estamos lejos de conseguir algo así, por la codicia y el botín
de lo que representamos de aquellos supuestos poderosos.
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