Por:Jorge Manco Zaconetti (Investigador UNMSM)
En el mundo de las 50 compañías de hidrocarburos más
grandes por el tamaño de sus reservas, según la fuente autorizada
Petroleum Economist, 28 están controladas totalmente por los estados y
representan cerca del 80% de las reservas totales.
"PetroPerú con una gestión eficiente, moderna,
transparente, cotizando en la bolsa de valores, con un comportamiento de
mercado ajeno a las intervenciones políticas de los gobiernos de turno,
constituye una palanca para el desarrollo del país.”
Las compañías saudí Saudi Aramco, la iraní NIOC y
PDVSA de Venezuela están a la cabeza de esta clasificación, mientras que
la primera empresa privada que aparece en el listado es la
estadounidense Exxon-Mobil, que se sitúa en el 11° lugar, y la británica
BP en el puesto 15 (fuente: The Economist).
De acuerdo con un informe del Banco Mundial de 2011,
las empresas públicas petroleras, en su siglas en inglés National Oil
Companies and Value Creation (NOC), tienen un rol creciente en el mundo,
pues controlan cerca del 90% de las reservas petroleras y el 75% de la
producción. En América Latina destacan, además de PDVSA, Pemex, de
México; Petrobras, de Brasil; y Ecopetrol, de Colombia; que operan en
nuestro país.
Este reconocimiento sobre el rol de las empresas
estatales en sectores estratégicos como los hidrocarburos fue respetado
en la mayoría de países de América Latina, con excepción de Argentina,
Bolivia y Perú, que aplicaron radicalmente las reformas privatizadoras
en la década de los noventa del siglo pasado. Estas políticas fueron
cuestionadas en la primera década del siglo XXI por Evo Morales con una
nacionalización que fortaleció su empresa YPFB y la reciente
estatización de la YPF en Argentina durante el gobierno de Cristina
Fernández.
Con el respeto a la estabilidad jurídica y el
interés nacional, las declaraciones del presidente Ollanta Humala en su
último discurso apuntan al fortalecimiento de empresas estatales como
Petroperú, Electroperú y otras. En el caso de la petrolera estatal, debe
entenderse la apuesta por la integración vertical, es decir, su
participación en la explotación de los lotes petroleros cuyos contratos
están próximos a su vencimiento entre 2013 y 2016.
La forma eficiente de operar en el sector de
hidrocarburos es la integración vertical, con la participación en las
fases de la exploración, explotación, refinación, transporte,
distribución mayorista y minorista a través de las estaciones de
servicios (grifos).
Por ello, el retorno de Petroperú a la explotación
en los contratos de hidrocarburos próximos a su vencimiento además de
aumentar la participación en la renta petrolera, categoría reconocida
como el excedente ricardiano y que se explica por la diferencia entre el
precio internacional del crudo y los costos internos de producción,
asegura el abastecimiento de crudo para sus refinerías.
En la nomenclatura económica el excedente está
constituido por las regalías pagadas que captura el fisco, el impuesto a
la renta abonado al Estado y las utilidades por ahora retenidas por los
privados. La integración vertical de Petroperú como titular de los
lotes con un operador privado o socio estratégico permitiría asegurar
una mayor rentabilidad en razón de las reservas probadas y probables
cuya explotación conllevan un menor riesgo.
Después del negocio de armas y el narcotráfico, el
sector de hidrocarburos es el más rentable por el alto riesgo que tienen
las actividades de exploración. Sin embargo, en nuestro país se
privatizaron los lotes petroleros de la empresa estatal con reservas
probadas y probables que fueron subestimadas, y hoy Petroperú tiene que
abonar precios internacionales que tienen un componente altamente
especulativo y político.
Si bien constituye un buen deseo la participación de
Petroperú en los nuevos lotes que licite Perupetro, por el elevado
riesgo que ello tiene, no resulta recomendable la inversión de los
escasos recursos de la petrolera estatal en las actividades de
exploración. En cambio, su retorno a la explotación con reservas
probadas y probables de petróleo, que se estiman por encima de los 300
millones de barriles de crudo, incrementan sus activos, su patrimonio y
le permite mayores espaldas financieras y ser sujeto de crédito
internacional.
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miércoles, 8 de agosto de 2012
Petroperú y la explotación de crudo
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