Texto de PANORAMA.
Un cruce de llamadas compromete a hermano del ex gobernador del Zulia, dijo el ministro.
De acuerdo con las informaciones preliminares manejadas por los organismos de seguridad del Estado, en la destrucción de las instalaciones del Instituto Nacional de Tierras (Inti) del municipio Colón, estado Zulia, estaría involucrado “Pancho” Rosales, hermano del ex gobernador del estado Manuel Rosales, prófugo de la justicia, según afirmó a PANORAMA el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami.
Luego de dejar claro que hasta los momentos sólo hay elementos que infieren la participación de Rosales en este caso, ya que todavía no hay evidencias científicas que avalen tales afirmaciones, el titular del MIJ indicó que: “Ray Junior confesó que tuvo dos llamadas, una con Carlos Javier Benavides y otra con ‘Pancho’ Rosales”.
En este sentido, destacó la importancia de capturar a Rafael Joaquín Urdaneta Cardozo, autor intelectual de este hecho, calificado como “acto terrorista”, ya que esta persona estuvo presente en una reunión realizada en El Vigía, estado Mérida, donde se hizo mención a las dos llamadas telefónicas.
En relación con las llamadas practicadas entre las personas implicadas en el hecho investigado, El Aissami indicó que de acuerdo con las experticias practicadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y el Servicio de Inteligencia Bolivariano “existe un cruce de llamadas que vincula a Benavides Urdaneta y a Luis Ramón Guerere”.
Desde el despacho ministerial, el ministro indicó que se ejecutaron al menos cuatro reuniones para planificar el atentado contra las instalaciones gubernamentales. La primera se realizó el cuatro de enero, en la misma participaron Rafael Joaquín Urdaneta Cardozo y Luis Román Guerere, para ese momento “no habían precisado qué acción se cometería”.
En un segundo encuentro, realizado el seis de enero en una panadería de Santa Bárbara del Zulia se precisó “el sitio, el lugar y la hora”, luego Rafael Urdaneta se reunió con Ray Junior y lo emplazó para que aceptara el trabajo de quemar las instalaciones. “Ray Junior tiene varios antecedentes penales, es un reincidente”, acotó El Aissami.
Señaló el ministro que el propio 8 de enero, luego de ejecutarse la quema de la sede, se efectuó otro encuentro, esta vez en el concesionario de la Hynday, propiedad del padre de Guerere, para evaluar la acción por la que pagaron “12 mil bolívares”. El titular del MIJ señaló: “Ray pidió 10 mil y Urdaneta le ofreció 12 mil”.
El pago se realizó en dos partes, días previos al ocho de enero. “La última entrega se hizo en el hospital Santa Bárbara. Carlos Soto y José María Urdaneta llevaron el dinero”. El pago se hizo en efectivo y el dinero no se logró recuperar, aunque sí dos motos con las que huyeron los cuatro autores materiales. Los vehículos se encontraron en las viviendas de los sujetos.
Según precisaron los autores materiales detenidos por los funcionarios del Sebin y del Cicpc, Ray Longaría se quedó con ocho mil bolívares y le canceló mil bolívares a cada uno de ellos. En la quema de las instalaciones actuaron exactamente cuatro hombres, entre ellos dos menores de edad, que “utilizaron el ducto del aire acondicionado para echar la gasolina al interior del Inti”.
De acuerdo con el ministro de Interior y Justicia el objetivo de atentar en contra de las instalaciones del Inti fue actuar en contra de las recuperaciones de tierras llevadas a cabo por el Estado venezolano y, así evitar que estas medidas se sigan ejecutando, en el hecho se destruyó todo el soporte físico, pero “todos tienen respaldo digital, que se encuentra en la base de datos central”, enfatizó.
Un cruce de llamadas compromete a hermano del ex gobernador del Zulia, dijo el ministro.
De acuerdo con las informaciones preliminares manejadas por los organismos de seguridad del Estado, en la destrucción de las instalaciones del Instituto Nacional de Tierras (Inti) del municipio Colón, estado Zulia, estaría involucrado “Pancho” Rosales, hermano del ex gobernador del estado Manuel Rosales, prófugo de la justicia, según afirmó a PANORAMA el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami.
Luego de dejar claro que hasta los momentos sólo hay elementos que infieren la participación de Rosales en este caso, ya que todavía no hay evidencias científicas que avalen tales afirmaciones, el titular del MIJ indicó que: “Ray Junior confesó que tuvo dos llamadas, una con Carlos Javier Benavides y otra con ‘Pancho’ Rosales”.
En este sentido, destacó la importancia de capturar a Rafael Joaquín Urdaneta Cardozo, autor intelectual de este hecho, calificado como “acto terrorista”, ya que esta persona estuvo presente en una reunión realizada en El Vigía, estado Mérida, donde se hizo mención a las dos llamadas telefónicas.
En relación con las llamadas practicadas entre las personas implicadas en el hecho investigado, El Aissami indicó que de acuerdo con las experticias practicadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y el Servicio de Inteligencia Bolivariano “existe un cruce de llamadas que vincula a Benavides Urdaneta y a Luis Ramón Guerere”.
Desde el despacho ministerial, el ministro indicó que se ejecutaron al menos cuatro reuniones para planificar el atentado contra las instalaciones gubernamentales. La primera se realizó el cuatro de enero, en la misma participaron Rafael Joaquín Urdaneta Cardozo y Luis Román Guerere, para ese momento “no habían precisado qué acción se cometería”.
En un segundo encuentro, realizado el seis de enero en una panadería de Santa Bárbara del Zulia se precisó “el sitio, el lugar y la hora”, luego Rafael Urdaneta se reunió con Ray Junior y lo emplazó para que aceptara el trabajo de quemar las instalaciones. “Ray Junior tiene varios antecedentes penales, es un reincidente”, acotó El Aissami.
Señaló el ministro que el propio 8 de enero, luego de ejecutarse la quema de la sede, se efectuó otro encuentro, esta vez en el concesionario de la Hynday, propiedad del padre de Guerere, para evaluar la acción por la que pagaron “12 mil bolívares”. El titular del MIJ señaló: “Ray pidió 10 mil y Urdaneta le ofreció 12 mil”.
El pago se realizó en dos partes, días previos al ocho de enero. “La última entrega se hizo en el hospital Santa Bárbara. Carlos Soto y José María Urdaneta llevaron el dinero”. El pago se hizo en efectivo y el dinero no se logró recuperar, aunque sí dos motos con las que huyeron los cuatro autores materiales. Los vehículos se encontraron en las viviendas de los sujetos.
Según precisaron los autores materiales detenidos por los funcionarios del Sebin y del Cicpc, Ray Longaría se quedó con ocho mil bolívares y le canceló mil bolívares a cada uno de ellos. En la quema de las instalaciones actuaron exactamente cuatro hombres, entre ellos dos menores de edad, que “utilizaron el ducto del aire acondicionado para echar la gasolina al interior del Inti”.
De acuerdo con el ministro de Interior y Justicia el objetivo de atentar en contra de las instalaciones del Inti fue actuar en contra de las recuperaciones de tierras llevadas a cabo por el Estado venezolano y, así evitar que estas medidas se sigan ejecutando, en el hecho se destruyó todo el soporte físico, pero “todos tienen respaldo digital, que se encuentra en la base de datos central”, enfatizó.
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