sábado, 29 de enero de 2011

El Perú como Nación

Por: Diego

Para empezar a esbozar este tema, debemos de inmediato iniciar con una pregunta fundamental:

¿La independencia peruana, logró constituirnos como Nación?
La respuesta es clara y firme de un rotundo No.

Si la Independencia no fue de toda la Nación por ende tampoco pudo haber constituido al Perú como Nación, a pesar de que los criollos pudieron haber tenido ideas verdaderamente independentistas, el titubeo, la falta de ideólogos llevó a una Independencia de papel y no completamente de hecho y la exigua participación indígena también volvió ajenos a sus líderes de las principales tareas democráticas que necesitaba nuestro joven país en aquel entonces.

Si bien es cierto el mestizaje nos arrebató también el ser una Nación con una identidad racial, tal como lo tiene La China, Japón, Rusia, no por ello hemos dejado de ser una Nación que debe ejercer soberanía sobre su territorio patrio, lamentablemente respecto a nuestra patria no somos amos y señores de ella porque aún no la hemos explorado completamente y no la gobernamos.

 Cuando nuestros héroes decidieron entregar  su vida por defender la patria, los enviaron desarmados, y no me refiero solamente a los fusiles, porque un soldado hasta puede luchar desarmado, pero lo peor que se puede hacer  es desarmarlo de su conciencia patriótica y alienarlo hasta hacer que olvide y se avergüence  de su legado cultural que  ha heredado de su nación ancestral.

No somos una Nación porque no  hemos podido constituir las distintas nacionalidades que la componen, a pesar que en el mapa del Perú nos diga lo contrario, hemos tenido que apelar a la cartografía para poder ser soberanos de una patria que no hemos podido gobernar.

Nosotros los que nos afirmamos como peruanos, provenimos de un gran legado cultural de la cual somos hijos y herederos de una civilización genialmente esplendida como lo fue el Tahuantinsuyo.

 El modelo civilizatorio detenido por más de 500 años por seudocolonizadores, debe ser  continuado, no para pretender retroceder las ruedas de la historia, sino que se trata de recoger  la visión tecnológica de nuestros ancestros y aplicarla a la tecnología actual que sepa respetar las fuerzas naturales, y a la vez desarrollarlas a niveles nunca antes vistos, de manera que podamos exportar tecnología y no solo materias primas.

El Perú puede demostrar al mundo entero el verdadero significado de lo que es “Desarrollo Sostenible”, más con nuestra economía potencialmente agrícola le diremos a la derecha cavernaria que no es posible seguir viviendo de la renta minera, y que no ofrece ninguna garantía de seguridad alimentaria, menos de desarrollo industrial, ya que una política agraria altamente tecnificada y extensiva, a la par es inherente en un verdadero proyecto nacional a una política industrial que estreche la distancia entre la urbe y el campo, y para ello tenemos el gran poder organizativo de las comunidades indígenas, asociaciones campesinas que viven expoliados una y mil veces por las transnacionales mineras.

 Por su forma y cosmovisión de la tierra y el trabajo es que son el embrión para demostrar que más de 500 años de ideología colonialista puede acabar con el poder tecnológico y organizativo al estar bien organizado y preparado y eso nos lo demuestra la comunidad.

Qué diferencia existe entre la política medioeval de los españoles al imponernos trabajos forzados en las minas, y convertirnos en su fuente de extracción de oro a costa de ese verdadero holocausto que causaron  contra los hombres andinos, con la actual política de expulsar a los campesinos y masacrar comunidades indígenas (Baguazo) por explotar  minerales y petróleo, sin mostrar el menor respeto por estos verdaderos hijos de nuestra patria, capaces de producir bienestar y valor que conduzcan hacia el desarrollo nacional y lograr el liderazgo no solo latinoamericano sino mundial en producción y verdadero respeto por la naturaleza, muy distinta a esa hipocresía ambientalista mostrada en Copenhague que no pretende bajo ningún termino respetar el medio ambiente.

Occidente nos ha querido imponer una y mil veces su modelo de sociedad de bienestar, que de ello solo se ve reflejado en contaminación, drogas, prostitución y desigualdad social a niveles extremos. A estos señores debemos responderles que lo que se impone a su sociedad, no va a servir para la nuestra, porque nuestro país ejercerá su derecho a forjar su propio camino.

Nosotros con nuestro legado cultural, podemos enseñar al mundo entero y superar ese famoso concepto económico, que hasta parece un chiste, llamado :  “Desarrollo Sostenible”, más podemos refutar ese remedo  de sociedades modelos que nos ha implantado Occidente y con nuestra economía potencialmente agrícola no pasarán más de quince años para ver los primeros resultados hacia el camino de potencia mundial en una economía verdaderamente sostenible (en lo social, ambiental y económico) con un profundo respeto por la naturaleza como nos enseñaran nuestros antepasados del Tahuantinsuyo.

Pero aún existen voces conservadoras, que llenan de condecoraciones a las nacionalidades indígenas, y en la práctica los desprecian, asesinan e incluso sienten rechazo racial por ellas. Nosotros verdaderos peruanos, porque nos ha parido nuestra patria, y hemos nacido aquí, podemos desenmascararlos y al mismo demostrarles que para constituir una Nación y ejercer soberanía sobre una patria no basta con medallas y ceremonias de honor sino empezar desde ya el proceso de unificación de la Nación y que esta ejerza una verdadera soberanía sobre la totalidad del territorio patrio.

De que han valido distintas asambleas, constituyentes, si no han sido incapaces de constituir un país, hemos tenido clase dominante de aristócratas y capitalistas todo el tiempo, pero nunca una clase dirigente, inevitablemente ante el vacío que dejan los partidos políticos de militantes solo a sueldo, se ha producido un sin número de caudillismos, militarismos y civilismos, pero todos ellos con el denominador común que no pertenecieron a verdaderos partidos con base ideológica. Para la derecha ignorante y torpe un partido es un puñado de mercenarios , es decir militantes sin ideología  y a sueldo, para nosotros los patriotas, un partido se asienta sobre una ideología cuyo principal motor es el amor a la patria y el orgullo de pertenecer a su nación, cuyo camino es hacia la constitución de la Nación por medio de la unidad nacional, pero ello quedaría en palabras si no tomamos en cuenta el problema de la tierra y que ello sea parte de un proyecto nacional, proyecto que nunca ha tenido nuestro país.



LA TIERRA

De nada serviría llenarnos de loas hacia la patria y la nación, si en lo económico y político no seremos capaces de despercudir de la infraestructura económica de  los rezagos anquilosantes del feudalismo, y en la sobre estructura política e ideológica forjar nuestro propio pensamiento, nuestro propio camino ha potencia mundial detenido ya por muchos siglos. Si queremos que los ciudadanos de este país dejen de tener la conciencia social colonialista, entonces debemos implementar cambios fundamentales en la economía que nos lleve a ello, lo uno de lo otro están íntimamente ligados, uno de esos cambios podemos hallarlo en la propiedad de la tierra.

Para esos hombres primitivos y torpes que dicen ser de pensamiento liberal y librecambista (que con la crisis mundial  de libre no tiene nada de ello ahora) la tierra solo sirve para sobreexplotarla a costa incluso de dejarla infértil para siempre, por ello Mariátegui manifestaba que para el hombre andino, la tierra es su madre, pertenece a ella, de ella viene y con ella muere, ella le da su subsistencia y por eso debe respetarla, cosmovisión que jamás entenderán los cerebros primitivos de occidente.

Por ello no podemos hablar del hombre del campo, sin dejar de mencionar al hombre andino que , en la selva es mano de obra barata del indígena selvático urbanizado, y en el norte son los descendiente moches y migrantes de Cajamarca que ofrecen su brazo trabajador, tocar el problema de la tierra, es hablar del hombre mal llamado indígena, y la distribución de la tierra, reflejará en la práctica, si forjaremos un proyecto nacional o solo una verborrea barata y subjetiva.

 La constitución neoliberal del fujimorismo de 1993 es harto sabido que deja las puertas abiertas a que se trafique y oferten las tierras al mejor postor extranjero, y orientado a la expropiación comunal, es decir a quitarles las tierras a las comunidades campesinas indígenas y vendérselas a las mineras, en lugar de tecnificar la tierra, industrializar el agro y dar esas herramientas para elevar el nivel industrial de los cultivos, se las oferta irresponsablemente porque no les interesa ni la patria ni la nación, menos un proyecto nacional que nos lleve a la unidad nacional, porque si nuestra nación no es capaz de ofrecer pan, poco podrá hacer para unificar a sus naciones en una sola que sientan su peruanidad hasta el tuétano.

Por ello es verdaderamente jacarandoso ver horrorizados a los partidos de derecha cuando escuchan la palabra “Nacionalismo”, y si embargo a los países que admiran como EEUU, España, Francia, son los primeros en proteger a sus ciudadanos y son altamente nacionalistas. Y sus política económicas y legislativas son ultranacionalistas y proteccionistas, es decir, ellos pregonan neoliberalismo para el Perú y latinoamerica y nacionalismo para sus propios países.

En este artículo solo ha sido intención genérica mencionar algunas líneas maestras del camino hacia el forjamiento del Perú como nación, dentro de ello el problema de la tierra, es materia de un artículo específico mencionar el problema en sí mismo en la realidad actual y los cambios necesarios a realizar en su distribución e industrialización.

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